Buscar

miércoles, 28 de abril de 2010

ESPERAR


Cuando salía sabía perfectamente que no iba a estar allí. Es ya mucho tiempo...

Aún así, una pequeña, pequeñísima parte de mi corazón esperaba verlo; la misma parte que me obligó a ir al baño para retocarme el peinado con las manos a sabiendas que no serviría de nada.

A medida que avanzaban mis pasos, la pequeña duda se iba disipando y la razón le hizo una mueca de burla al corazón.

Había salido victoriosa ante una lucha ganada de antemano, pero era una guerra en la que no se quería dejar vencer.

1 comentario: