HASTA EL AÑO QUE VIENE

Ha pasado el mes de julio sin saludarme.

Ha sido como un tren sin parada, un tren al que esperas durante mucho tiempo y justo cuando llega, aparece un cartel con letras rojas pidiendo que te apartes del andén porque ese tren no es para tí.

No he podido contar los días.

Importantes fechas de este mes quedarán marcadas en mi memoria: el 8 de junio (mi último examen), el 24 de junio (mi graduación)... Y aún así siento que el mes se ha pasado sin saludar, sin decir nada a pesar de que se me ha hecho un poco largo.

Difícil de entender y mucho más aún de explicar pero me da la sensación de que he perdido uno de mis meses preferidos.

He querido llegar a determinadas fechas clave, llega a una cima sin tener en cuenta los escalones que me conducían hacia ella.

No pude decir hola Junio pero si que me puedo despedir de él: ¡ Hasta el año que viene !