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jueves, 26 de agosto de 2010

TENGO QUE...



Voy muy decidida. Parece que nadie me va a parar, nada puede conmigo.

Cuando llego al lugar, cada vez doy los pasos más despacio. Quiero que no esté allí pero disimulo diciendo que he perdido una oportunidad.

Cuando aún no me había dado tiempo a relajarme, derrepente los nervios volvieron a ponerse en mi estómago, a la altura del ombligo; parecía que querían salir por ahí. El corazón empezó a bombear a un ritmo poco usual y es que, al final, si que estaba.

Di un par de vueltas antes de decidirme, antes de acercarme, antes de entrablar una conversación.

Finalmente, y con ayuda, conseguí hacer lo que en un principio me propuse.

Tengo que superar los miedos, tengo que dejar la vergüenza aparcada para no recuperarla nunca, tengo que ser diferente, tengo que se periodista.

miércoles, 18 de agosto de 2010

EL RATONCITO PÉREZ



Sigilosamente, igual que un ratón y nunca mejor dicho.

La luz del teléfono móvil era lo único que alumbraba mi hazaña y es que más claridad, hubiera hecho abortar la operación.

Un regalo improvisado porque "el ratoncito Pérez no trabaja los domigos".

Poner una caja de cartón blando con unos pendientes rosas y una pulsera aún sin estrenar debajo de la almohada de la princesita de la casa era mi misión.

Me costó trabajo porque agarraba la almohada con fuerza y cualquier movimiento me hacía dudar de su sueño.

Por fin pude hacerlo, me aseguré de que la caja estaba perfectamente colocada y me metí en mi cama con una sensación de nerviosismo.

Recordé la ilusión con la que me dormía cuando mis ratones seguían los pasos que yo, por primera vez, estaba haciendo ahora. Me convertí en Pérez por unos minutos y me gustó.

Aunque me dió pena pensar que ese diminuto roedor ya no recorrerá más mis sábanas, me gustó poder ser yo la que me encontrara directamente con él y seguir con la misión que tan feliz me hizo durante unos años.

sábado, 14 de agosto de 2010

SONRISA (Ana Torroja)

"Y siento todo tan brillante y tan magnetico, nada ni nadie puede hacer que me derrumbe hoy. Que tiemble el suelo que allá voy, pisando fuerte y sin reloj.

Tengo una sonrisa para regalarte, tengo mil cartas de amor.

Y tengo todo el tiempo que perdí sin ver el sol.

Tengo mil historias que quiero contarte escondidas en mi voz.

No quiero dejar nada por sentir, YA SE QUIÉN SOY".

jueves, 5 de agosto de 2010

BUENOS CONTRA MALOS

¿Podría ser que los malos siempre ganan? Cada vez estoy más convencida de ello.

De las personas que conozco, en muchos de los casos los malos son los vencedores, ya puede ser en el ámbito sentimental, en el económico, en el de los negocios o incluso a nivel social.

A los malos les van bien las cosas por eso creo que en las películas no queda más remedio que sean los buenos los que triunfen para que cuando los espectadores vayan al cine, se evadan por un momento de la realidad que los rodea.

A la gente buena le da la posibilidad de creer en algo, de formarse la esperanza de que algún día podría cambiar su vida. En cambio a los malos, esto les sirve de distracción, se echan unas risas observando cómo en las películas es todo ficticio.