He visto Madrid tintado de amarillo, azul, rojo, verde... Puntitos dentro de una ciudad que no da más desí. Grupos con banderas y mochila a sus espaldas que abarrotan los restaurantes a la hora de comer y el metro en cualquier momento.
He visto dar de comer al señor de la calle que "siempre está durmiendo". He oido cánticos repetitivos y la alegría de jóvenes, y no tan jóvenes, ha pasado sólo rozándome.
Madrid está diferente. Se puede leer JMJ en cualquier rincón, mires donde mires aparecen esas tres letras y la verdad que aún no he decidido si me gusta o no me gusta.
No me cabrees.
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