Voy muy decidida. Parece que nadie me va a parar, nada puede conmigo.
Cuando llego al lugar, cada vez doy los pasos más despacio. Quiero que no esté allí pero disimulo diciendo que he perdido una oportunidad.
Cuando aún no me había dado tiempo a relajarme, derrepente los nervios volvieron a ponerse en mi estómago, a la altura del ombligo; parecía que querían salir por ahí. El corazón empezó a bombear a un ritmo poco usual y es que, al final, si que estaba.
Di un par de vueltas antes de decidirme, antes de acercarme, antes de entrablar una conversación.
Finalmente, y con ayuda, conseguí hacer lo que en un principio me propuse.
Tengo que superar los miedos, tengo que dejar la vergüenza aparcada para no recuperarla nunca, tengo que ser diferente, tengo que se periodista.
eres periodista. y, para mí, muy buena.
ResponderEliminarMuchisisisisisisisisismas graciassss
ResponderEliminarLara, ya he visto que has hecho mención en el Perfil de este mes a un comentario que te dejé en tu blog a propósito de la entrada "Graduada". Sólo quiero decirte que ¡GRACIAS!. Veo que el consejo o metáfora que te escribí te ha gustado y lo tienes presente.
ResponderEliminarA tenor de tu artículo en el Perfil, sólo tengo que decir que SI ya eres Periodista. Todos empezamos o esperamos empezar desde lo bajo, para ir aprendiendo desde la humildad y triunfar en nuestra profesión con provecho. Asi que no te desanimes si ves que trabajas en algo que no va con lo tuyo, porque el tiempo nos coloca en nuestro lugar. ¡Ése es mi consejo y mi credo personal!
Alguien que te estima mucho.
Con respecto a mi comentario anterior, no era en la Entrada Graduada sino en 327 Créditos Superados. Perdona mi error.
ResponderEliminarUN beso.