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miércoles, 28 de abril de 2010

¡ FELIZ CUMPLEAÑOS !




Un cumpleaños olvidado por la persona más importante del día. Una vida llena de sufrimientos y alegrías borrados casi por completo.

No alcanzo a imaginar lo duro que tiene que ser, aunque lo tenga ante mis propias narices.

Los días pasan sin diferenciarse unos de otros y ya no hay marcha atrás.
Poco importan ahora las llamadas o las felicitaciones cuando realmente no se vive en una vida actual.

Aún así. MUCHISIMAS FELICIDADES. TQMA

ESPERAR


Cuando salía sabía perfectamente que no iba a estar allí. Es ya mucho tiempo...

Aún así, una pequeña, pequeñísima parte de mi corazón esperaba verlo; la misma parte que me obligó a ir al baño para retocarme el peinado con las manos a sabiendas que no serviría de nada.

A medida que avanzaban mis pasos, la pequeña duda se iba disipando y la razón le hizo una mueca de burla al corazón.

Había salido victoriosa ante una lucha ganada de antemano, pero era una guerra en la que no se quería dejar vencer.

CINCO MINUTOS ANTES




Cinco minutos antes me dan la vida. Cinco minutos antes supone salir cuando todavía no es de noche y coger el autobús que me hace llegar a tiempo para hacer el primer transbordo de la noche.
Y de esos cinco minutos me quedan cuatro para esperar al próximo tren que me lleva directa a casa. Cinco minutos antes me hacen feliz.

FLOR MARCHITA


No se cómo parar esto y en realidad tampoco estoy segura de querer hacerlo.
Las situación se nos ha ido de las manos y esto no es algo nuevo, viene de lejos.

Una planta necesita de muchos cuidados. Puede que dure muchos meses sin atención ninguna. Pero si te olvidas de regarla poco a poco se va marchitando.
Aunque a veces el agua de la lluvía la haga florecer, son solo apariencias. Las raíces, las que realmente hace fuerte a la planta y la hace crecer... ya no tienen arreglo, se las ha perjudicado mucho.

Hasta que no ves el color ennegrecido de las hojas marchitas no eres realmente consciente de lo mucho que la has abandonado, pero ese también es el momento en el que muy poco se puede hacer para cambiar la situación.

LLegados a este punto, hay sólo dos posibles soluciones: arrancar el tallo de raíz (la más dolorosa) o plantar una compañera a su lado que le aporte la vitamina y lo que necesite (aunque nunca será lo mismo).

lunes, 26 de abril de 2010

LA LUNA




Las noches oscuras son ideales para reflexionar; pararte ante un mundo azulado que invita a sumergirte en una soledad buscada.

Aunque rodeado de gente, tienes unos momentos para tí, para meditar sobre las pequeñas tonterías que no significan mucho, pero lo consiguen todo. Los sentimientos profundos que se hunden bajo el peso de la rutina y el estrés salen a la luz por unos segundos al igual que lo hace la luna para brillar momentaneamente entre unas nubes espesas que la impiden ser como es y sacar lo mejor de sí misma.

De repente, ves la luna aparcer de manera sigilosa y hasta un poco tímida, esa luna que tanto estabas esperando encontrar, esa luna de las noches románticas, esa luna que no puedes dejar de mirar, esa luna a la que pones cara de mujer, esa luna...

miércoles, 21 de abril de 2010

SENSACIÓN


Corrí por una estación de trenes prácticamente vacia.

Parecía que toda la gente se había marchado de allí para facilitarme la típica imagen de una película de miedo; pero no era miedo lo que yo sentía sino que unas dosis de protagonismo y felicidad se mezclaron para la ocasión.

El lugar no estaba vacío y aunque había poca gente,en mi imaginación todos habían desaparecido.

Me tuve que cambiar de vía y el tren llegaba es dos minutos. La carrera comenzó nada más bajarme del primer vagón y la gente volvió a aparecer cuando me subí de nuevo al cercanías que me llevaba a casa después de un agitado día de estudio y trabajo.

La perspectiva de cada uno es algo tan subjetivo que lo que para unos es tremendamente importante, para otros no significa nada.
Lo que para unos es una estación normal, para otros es la estación donde vives un momento de película.

martes, 20 de abril de 2010

GRACIAS


Hoy ha sido un día intenso, y eso que todavía no hemos llegado prácticamente a la mitad.
El despertador ha interrumpido de forma abrupta mi placentero descanso. Tanto es así que cuando he salido de mi letargo, no sabía ni la hora ni el día que era hoy; y tampoco qué tenía que hacer.

Una vez consciente de que me esperaba un día duro, me he puesto en marcha. (Es peor pensar las cosas que ponerte a ellas).

Como bien digo, el día ha empezado fuerte pero como siempre, ha habido alguién a mi lado que me ha facilitado mucho las cosas, es más, sin ella no hubiera hecho ni la mitad de la mitad de la mitad de todo lo que tenía que hacer.

No se si me ha valido de mucho o no me ha valido de nada, el caso es que si no lo hubiera hecho, me hubiera arrepentido. Y el caso es también, que sin ella, no hubiera sido capaz.

De nuevo, sólo me quedar repetirte una y MIL veces que MUCHÍSIMAS GRACIAS por estar ahí siempre que te necesito.


lunes, 19 de abril de 2010

VULNERABILIDAD




Una gran nube ha paralizado todo.

Vivimos el día a día entre prisas, estrés e importantes obligaciones planeadas de antemano que no podemos dejar apartadas, o eso creemos.

Ante el colapso de los aeropuertos, importantes reuniones, funerales de Estado... o visitas a familiares y llegadas al trabajo, han sido retrasados por ingentes cantidades de ceniza en el cielo de Europa.

Vivimos la vida a contracorriente sin darnos cuenta de los medios que tenemos, de todo lo que hay a nuestra disposición y que utilizamos siempre que queremos.

Ahora, algo superior a nosotros y que no podemos tener bajo control ha detenido medio mundo.

La vulnerabilidad es un factor que juega en nuestra contra y ya sea a elevados niveles, como puede ser el despertar de un volcán, o a niveles más bajos , debemos reflexionar sobre el hecho de que no podemos resistir a todo.

viernes, 16 de abril de 2010

BESOS EN LA RENFE

El viaje en el tren se me hizo interminable. No sabía si quedarme quieta o seguir caminado hasta encontrar mi asiento. Fue entonces cuando no pude más y decidí sentarme allí mismo, en el primer lugar que encontre libre.

Abarrotado de gente, no me fijé en nadie, el libro que llevaba entre las manos me absorvió en su mundo y no repare en nada de mi alrededor, hasta que un sonido me hizo desconectar de nuevo y volver a la realidad.

No sabría escoger las letras para definir algo parecido a lo que escuchaba, pero todo el mundo lo conoce: una pareja situada a mis espaldas estaba dando rienda suelta a la pasión y sus besos se hacian más audibles que el propio sonido del tren.

Me molestó escucharlo, me sentía incomoda y prefería no mirarlos, pero cuando me bajé del tren me percaté de que no era la incomodidad el sentimiento que me hacia enfurecer sino que era otra cosa.

miércoles, 14 de abril de 2010

CREPÚSCULO



Sumergiéndose en un mundo fantástico, en el sentido estricto de la palabra, conoces a personas que nunca podrías encontrar en el mundo real.

Eres consciente de que no es tu mundo, de que ellos ni siquiera existen pero en el momento en el que pasas la frontera, todo da igual.

Los paisajes, el mar, los bosques, los personajes... conviven contigo. Experimentas lo que ellos sientes, hueles lo mismo que ellos y sufres cuando algo malo les pasa.

La descripción del protagonista es tan exhaustiva que provoca poderosos sentimientos de repulsa o de enamoramiento.

Durante un tiempo, nada de lo de alrededor importa porque tu entorno se convierte en su entorno. Eso sí, todo desaparece de un plumazo cuando cierras el libro.
Vuelves al mundo real en cuestión de segundos pero queda un bonito recuerdo, parecido a un sueño, que esperas retomar al volver a sumergirte en la lectura.

martes, 13 de abril de 2010

UN HOMBRE DIFERENTE


Me he fijado en un hombre apuesto. Vestía un traje marrón, no muy actual aunque le sentaba como anillo al dedo. Sujetaba un cigarro entre sus labios con la ceniza aún por depositar. El humo de su cigarro hacía que la atmosfera que lo rodeaba fuera grisácea dándole un toque sofisticado.

El pelo engominado, de color negro y con la raya al lado, conseguía propiciarle el toque picantón pero a la vez caballeresco que tan poco frecuente se aprecia en los chicos de la época actual.

Un hombre enigmático, sin duda, que apoyado sobre una moto antigua miraba hacia un horizonte cercano. No sé a quien esperaba pero todo parecía indicar que una apuesta señorita se acercaría en pocos minutos.

Un hombre dibujado en un cártel del vagón de un metro ilustrando una lectura que estoy segura de haber leido en otra ocasión, pero que ahora no recuerdo.

Un hombre diferente, un dibujo, unas letras...

lunes, 12 de abril de 2010

UN DÍA REGULAR

Determinados momentos nos hacen entristecer. No se sabe por qué, pero el caso es que en ocasiones no te sientes bien. Sabes que no hay motivos, pero no se puede luchar contra ello, no te quedan fuerzas para hacerlo.

El cansacio, la situación, las clases... muchas circunstancias rodean tu vida en días como este. Lo positivo que veías antes en un rayo de sol, ahora pasa desapercibio dejando paso a las malas vibraciones.

El color gris tiñe todo tu alrededor y lo único que quieres es llegar a casa y no hablar con nadie.Todo molesta y ninguna cosa sienta bien.

Realmente sabes el motivo, realmente sabes que cada pocos días ocurre y seguirá ocurriendo durante muchos años, pero te resignas sabiendo que hacer algo por evitarlo, no vale de nada.


domingo, 11 de abril de 2010

CANSACIO PLACENtERO




El cansancio se apodera de todo mi cuerpo.

Me duelen los hombros, los ojos, los labios, los pies... todo.

Han sido tres días intensos, ajetreados y completos los culpables de que me encuentre como ahora lo hago, aún así... no me arrepiento.

He vivido muchas cosas en pocas horas. El sueño apenas ha tenido cabida en estos días dejando paso a la diversión que ocupaba un primer plano.

Ahora vuelvo a la rutina, a la vida de siempre, al estrés; dejando atrás un fin de semana de los que ya echaba de menos.

viernes, 9 de abril de 2010

DIEZ MINUTOS


Diez minutos. Ese es el tiempo de espera entre un tren y otro. Diez insignificantes minutos que pueden alterar el orden de las cosas.

He llegado justo en el momento en que las puertas se cerraban. Si hubiera cogido el tren podrían haber pasado muchas cosas: hubiera llegado 10 minutos antes, me hubiera encontrado con algún amigo, hubiera llegado a tiempo para coger el siguiente autobús, podría haber conocido a alguien interesante...

En cambio, he perdido la oportunidad de que todo pasara. Diez minutos me separan de todo eso.

Nos pasamos la vida pensando en el futuro, en un futuro lejano; en cambio, nuestras decisiones, nuestros actos, las circunstancias... pueden hacer que nuestra vida cambie en cuestión de diez minutos.

miércoles, 7 de abril de 2010

EL PARQUE DE AL LADO DE MI CASA



He visto sus comienzos, he sentido el malestar que ha provocado, he sido partícipe de su construcción y he sufrido los inconvenientes pertinentes.

Una vez terminado, el parque de al lado de mi casa se me hace muy lejano.
Muchas son la veces que he querido pasear para descubrir los entresijos que esconde, siempre pensado en el mañana, en el "ya iré un día de estos".

Ahora, ahora que ya sé que no voy a poder "ir un día de estos", es cuando más me apetece pasear, cuando más me apetece descubrirlo; y esa apetencia me fastidia porque teniendolo al alcance de mis posibilidades, no lo he hecho. Ahora que no lo tengo, es cuando más lo quiero.

TIC, TAC, TIC, TAC




¿Cómo se mide el tiempo?

Horas que parecen minutos y segundos que se hacen eternos.

Cuando ya ha pasado, parece algo lejano, algo que ya no duele; en cambio, en el momento en que lo vives desesas que acabe cuanto antes.

El tiempo lo cura todo, ¡qué gran verdad!. Se lleva las heridas, permite olvidar, trae nuevas aventuras y puede que con ellas, nuevas heridas; pero al menos cierra las del pasado.
Optas por dejar pasar los días incurriendo en un grave error porque cada minuto que pasa es TUYO, sólo tú puedes vivirlo así que intenta hacerlo lo mejor que puedas.

Horas que parecen minutos y segundo que se hacen eternos.

¡ QUÉ MÁS DA !




Ferviente devoción, protocolo, lucidez, esperanza, distracción... ¿¡ qué más da !?

En Semana Santa algo nos hace un poco diferentes. Al menos durante un par de días, las calles se llenan de gente que sale a procesionar. Niños comienzo chucherias, chavales pelando pipas o señoras cuchicheando... ¿qué más da?. El caso es que dejan de hacer lo que rutinariamente harían para ver pasear las imágenes por las calles.

Es común caer en la crítica fácilona. Lo que es más complicado, o al menos, no tan usual, es fijarse en los ancianos que, arropados cuidadosamente, se asoman a los balcones en el momento justo en el que la procesión pasa por debajo de sus casas, o en todos aquellos que con la cara tapada y los pies descalzos cargan a sus espaldas muchas horas de procesión y sufrimiento.

Todos tenemos algo en que creer. Lo necesitamos.