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miércoles, 9 de febrero de 2011

UN CAFE CON LECHE


En 15 minutos y con un café y un croisant he viajado por Perú, Francia y toda Italia para llegar de nuevo a un centro comercial apenas concurrido.

Prejuzgar es uno de los errores que más a menudo cometemos.

Solo con el envoltorio nos vale para saber si nos gustará o no el regalo que hay dentro y muchas veces nos equivocamos, bien por esperar mucho de algo que cuando llega no es lo que imaginabamos, o bien por no molestarnos en perder unos minutos en abrir o conocer algo o a alguien que luego quizas nos sorprenda.

El mundo no es solo lo que nos que nos rodea. La vida no está limitada por lo que uno siente, vive o experimenta sino que hay mucho más allá de nuestro entorno solcial. Hay muchas más personas, muchas más vivencias, nuevos sentimientos, sensaciones diferentes y mundos desconocidos que pueden hacernos cambiar de mentalidad con un simple café con leche.

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