Un desayuno para celebrarlo. De vuelta a casa el sol salía poniendose de acuerdo con la celebración de algo que tenía que hacer.
Han sido más de cuatro meses en lo que he aprendido mucho, he conocido mucha gente y he tenido momentos de disfrute. Muchos negativos juntos y días de subidón subidón.
Pero todo llega a su fin y aunque estaba pensando en prolongarlo, la razón y la voz de la experiencia me decían que había llegado la hora.
No me arrepiento de este tiempo. Lo vi como una oportunidad y creo que así ha sido. Lo malo de esto es que me encuentro practicamente en el mismo punto del principio, y ahora vuelvo a tener tiempo para agobiarme.
Me llevo a un equipo más o menos unido. Me llevo desayunos compartidos. Me llevo momentos de risas y situaciones que recordar. Me llevo conocidos que, aunque pronto dejaran de estar en mi vida, han sido "amigos" durante unos meses. Y quien sabe si a lo mejor nos vemos en la próxima SuperMartxé.
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