Días de esos en los que no sabes ni la fecha pero tampoco te hace falta. Días que se convierten en especiales ya que la suerte ha decidido ponerse de tu lado.
Días en los que todo sale más o menos bien, o por lo menos eso te parece; y es que los detalles que pasarían desapercibidos en otras ocasiones ,hoy, el día, los sientes como algo hecho aposta para tí.
Deseando que todo siga más o menos igual. Pero con esa inevitable sensación de miedo a que después de lo bueno venga algo peor.
En fin, mejor disfrutar del ahora, del día de hoy, de los acontecimientos ocurridos y de los detalles suertudos que pensar en un mañana muy cercano.
Hay días y días así que, como hay tiempo para todo en esta vida, sintamos las cosas buenas ahora y dejemos las preocupaciones para otro momento.
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