Veo la luz al final del tunel, ¡y vaya si la veo!.
Lo que pasa es que hay también un prisma que hace que se refleje y se divida en diferentes sentidos y direcciones. ¿Cuál escoger?, ¿Cómo lo hago?
Muchas opciones, muchas direcciones a las que seguir y ninguna clara.
Hasta ahora, el camino era seguro, tenía que seguir unos pasos perfectamente marcados. Era como si la corriente me arrastrara al lugar en el estoy: en la mitad del océano.
Aunque tengo formas de supervivencia, no se cuál es la mejor y mientras lo pienso, hay algo que empuja de mí hacia el fondo del mar provocándome una sensación de ahogo.
Tengo la esperanza de que el destino, MI DESTINO, las señales a las que tanto recurro me guien por el camino correcto.
Ten por seguro que el destino, la vida, Dios decidirán que camino tienes que seguir. Sólo hay que dejar pasar el tiempo y ése tiempo lo dice todo.Te mereces algo bueno por el esfuerzo. Enhorabuena
ResponderEliminarHija, aunque tienes que tener tus metas, como dijo el poeta: "el camino se hace al andar". Y, tranquila, no pasa nada. Nunca pasa nada.CAFERCAM
ResponderEliminarA Peter Pan no le pasaba esto!!!
ResponderEliminarEs lo que tiene crecer...