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sábado, 8 de mayo de 2010

DESPERTAR


Conversaciones a primera hora de la mañana.

Con un montón de cosas que hacer, nos quedamos en la cama hablando de todo y de nada. Conversaciones antes de desayunar, antes incluso de poder abrir bien los ojos debído a que las legañas aún siguen ahí.

Tenemos un día atareado por delante, pero haciendo pereza, alargamos nuestro despertar una hora.

No hablamos nada relevante, pero nos ponemos al día de las pequeñas tonterías que van labrando el camino de la vida.

Conversaciones a primera hora de la mañana.

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