Llegan tiempos difíciles para los estudiantes. Yo ya no lo soy, y no me causa la más mínima envidia. He pasado buenos y malos momentos; pero ahora creo que unicamente volvería atrás solo por un motivo, y tampoco estoy segura cien por cien de que lo haría.
Aún así, "a toro pasado" esas noches de estudio mandando mensajes de apoyo y ánimo a los que como yo, arrañabamos las últimas horas de una larga noche estudiando entre cabezada y cabezada, no parecen tan pesadas como realmente lo fueron.
Esos nervios antes de un examen llevado con pinzas y esos rezos deseando que cayera la pregunta que había preparado pierden la importancia y grandeza que tuvieron en su momento. ¡Parece tan lejano!
Hace tan sólo un año de mis últimos examenes de febrero y me da la sensación de encontrarme en el mismo lugar aunque con más presión acumulada.
Soy incapaz de pensar en un futuro ni siquiera a corto plazo, pues el camino sobre el que ando sigue siendo totalmente inestable. Eso sí, creo que he madurado bastante y si algo me ha enseñado todo esto es que todo tiene una importancia relativa.
Ahora solo queda aplicarme el cuento.
La vida del estudiante siempre se recuerda como la mejor época.Con el tiempo te darás cuenta. Y ahora toca lo que toca.Todo es más complicado pero tambien tiene su encanto y desencanto. Ánimo
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