La mayoría de la gente quiere que su vida se parezca a la de las películas. Se piensa que la realidad podría parecerse a todos los tópicos que bombardean las pantallas para establecerse ferreamente en nuestras mentes haciendo que no nos conformemos con lo que vivimos.
El principe azul que han ideado para nosotras desde que eramos pequeñas, NO EXISTE. Como tampoco existen los topicazos que hacen que, sobre todo los adolescentes, acudan en masa al cine esperando ver a idolos a los que, por mucho que quieran, nunca se pareceran y nunca llegaran a conocer, ni siquiera llegaran a experimentar, ni la milesima parte de lo que, supuestamente, ellos experimentan en sus flamantes historias de amor.
Hacer de tu vida, una vida de película... ese es el logro. No existen los principes azules, pero los podemos encontrar de otros colores. Principes que, con sus virtudes y defectos, consiguen hacernos sentir princesas que nada tienen que envidiar a las de la gran pantalla.
¡ Muchas gracias, rey !
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